Recorras el camino que recorras; el Inglés, el Francés, el Portugués, el Primitivo, el de Invierno.. Y sea cual sea el medio en el que decidas adentrarte en esta aventura; a pie, a caballo, en vela… Siembre llegarás a Santiago. Pero en esta ruta no será así.

¿Y qué significa esto?

Pues que tu destino no será Santiago de Compostela y su catedral, sino que ese será tu punto de partida.

Estamos hablando del Camino de Fisterra y Muxía. Una ruta xacobea diferente pero en la que, casualmente, también terminarás en el kilómetro 0.

¿Dónde está el origen de este camino?

Si bien es cierto que los orígenes de este camino son paganos y no están del todo documentados, se sabe que los romanos pensaban que Finisterre (Finis Terrae) era el punto más occidental de la tierra. El fin de la tierra. Por donde el sol desaparecía todos los días.
Lo que sí que podemos saber es su origen cristiano, pues el Códice Calixtino ya nombra este camino y lo vincula con la tradición jacobea.

Pero, ¿a dónde llegamos entonces?

Fisterra y Muxía. Ese es el nombre del camino. Y es que son 87 kilómetros los que separan Santiago de Muxía y solo 2 más hasta Fisterra.
Es en Dumbría donde el camino se bifurca y has de elegir a qué lugar prefieres llegar primero. Y digo primero porque es esencial que alcances ambas metas, que están unidas por un camino lleno de magia, paisajes y bonitos atardeceres.

Lo que está claro es que continuar el camino desde Santiago es todo un esfuerzo que solo se le puede atribuir a los más valientes. Eso sí, que no te quepa la menor duda de que, ya solo por el paisaje, merece muchísimo la pena.

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